Escuelas Literarias
La literatura es una disciplina artística más, y por tanto sometida a las variaciones estéticas
e ideológicas de las demás artes, a veces en concomitancia estrecha con
ellas (históricamente). Voy a considerar en este artículo las
principales escuelas literarias y movimientos asociados que han ido decantándose a lo largo de los siglos.
Las escuelas literarias son tendencias estéticas que
se imponen en un determinado momento y lugar, aceptados por los autores
y el público en general como los movimientos estilísticos e ideológicos
predominantes en una época concreta.
1- Clasicismo
El clasicismo grecorromano tiene como referente las obras “clásicas”
de esa cultura, que buscaban una adecuación ideal entre forma y fondo.
Son equilibradas y armónicas, perseguían un ideal de belleza. Su
principal teórico fue Aristóteles con su Poética.
Autores y obras: Homero (Ilíada y Odisea), Sófocles (Edipo Rey), Virgilio (La Eneida). Otros: Esquilo, Eurípides, Aristófanes, Terencio, Plauto, Cicerón…
2-Medioevo
Se extiende hasta 1453 (caída de Constantinopla -> Bizancio, hoy
Estambul). Se caracteriza todo el periodo por la enorme influencia de
las iglesias cristianas, que influyeron lógicamente en las producciones
artísticas y en la literatura en particular. Aspiraban a reflejar una
alta espiritualidad y una dependencia total del Creador.
Autores y obras: Cantar de Mío Cid, La canción de Roldán, El cantar de los Nibelungos, Petrarca (Cancionero), Bocaccio (El Decamerón), Dante (La Divina comedia)… En realidad, los últimos, con formación clásica, ya prefiguran el Renacimiento.
3- Renacimiento
Sus precedentes ya se encuentran en los dos siglos anteriores,
periodo conocido como el primer Renacimiento. Se basa en el Humanismo,
corriente intelectual que pretendió volver a colocar al hombre en el
centro de la cultura, inspirándose en la tradición grecorromana, a la
que intentó imitar todo cuanto pudo. En literatura se introducen nuevas
formas y géneros, como la novela. Dentro de las distintas escuelas literarias consideradas quizás es la que prefigura el mundo moderno.
Autores y obras: Lazarillo de Tormes, Juan Boscán, Garcilaso de la Vega, Fray Luis de León, Alonso de Ercilla (La Araucana), Cervantes (Novelas ejemplares), Shakespeare (poesía, teatro), Ariosto (Orlando furioso), Erasmo de Rotterdam (Elogio de la locura), Maquiavelo (El príncipe)…
4- Barroco
Los movimientos y las escuelas literarias, en incontables ocasiones, han surgido como una reacción a la tradición inmediatamente anterior
y esto es justamente lo que sucedió con el barroco. Además, por las
circunstancias históricas (guerras de religión, persecuciones, etc.), se
adoptó una actitud pesimista y una visión negativa del mundo. Todo ello
influye en la literatura, que en vez de abrirse paso con un lenguaje
abierto y natural, se centra en aspectos formales que se recargan hasta
límites insospechados, con todo tipo de figuras y tropos (como sucedió
en otras artes). Se reaccionó contra las normas estéticas clásicas y se
buscó provocar como fuera, por medio de cualquier tipo de herramientas.
En las escuelas literarias que consideramos representa un punto de
inflexión importante.
Autores y obras: Góngora (Soledades), Lope de Vega (teatro), Gracián (El Criticón), Quevedo (El buscón), Luis de Camoens (Las Lusíadas), Milton (El paraíso perdido), Shakespeare (El rey Lear), Marlowe (La trágica historia del doctor Fausto)…
5- Neoclasicismo
De nuevo asistimos a una onda de choque frente a las escuelas literarias anteriores, especialmente una reacción contra el barroco. Como bien indica el término, se intenta volver a cánones clásicos.
En especial se hace hincapié en normas estilísticas que deben regir las
producciones literarias. Y como tributo al Siglo de las Luces (el
XVIII), el predominio de la razón sobre la intuición o la inspiración es
total.
Obras y autores: Racine (Andrómaca), Molière (Tartufo), Fernández de Moratín (El sí de las niñas), Rousseau (Emilio), Jovellanos, Samaniego (fábulas), Rafael Landívar (Rusticatio Mexicana)…
6- Romanticismo
Y como era de esperar, el Romanticismo es una violenta reacción y
oposición frontal a los principios del Neoclasicismo. Dentro de las escuelas literarias,
el Romanticismo es de las más importantes, puesto que su influjo llega
hasta la actualidad, más allá del periodo concreto considerado.
Predomina el sentimiento sobre la razón, el genio del artista sobre
cualquier norma canónica, los valores religiosos y éticos de carácter
nacional, la mitología propia (en lugar de la grecorromana). Vuelve a
ser un periodo pesimista, cargado de negros augurios, donde el concepto del destino tiene un papel fundamental.
Autores y obras: Goethe (Werther, Fausto), Heinrich Heine (poesía), Victor Hugo (Los miserables), Alejandro Dumas (Los tres mosqueteros), Manzoni (Los novios), Walter Scott (Ivanhoe), Ann Radcliffe (Los misterios de Udolfo), lord Byron (Don Juan), duque de Rivas (La fuerza del sino), Espronceda (El estudiante de Salamanca), José Zorrilla (Don Juan Tenorio), Pushkin (Eugenio Oneguin), Bécquer (Rimas), Rosalía de Castro (Cantares Gallegos)…
7- Realismo
Otra vez en la historia de las escuelas literarias,
nueva reacción y oposición al movimiento literario predecente, en este
caso el Romanticismo. Debido en parte a las profundas transformaciones
que provocó la Revolución Industrial, creció la desigualdad, la pobreza y
las tensiones sociales. El afán de los autores realistas se centró en
reflejar con todo detalle ese entorno social complicado, lo que lleva a
Balzac (en fecha tan temprana como la década de 1830) a iniciar “La comedia humana”, una serie novelística que trataba de ser una crónica completa de la Francia burguesa de la época. Lo mismo hizo Stendhal con Rojo y negro y La cartuja de Parma.
El género característico de este periodo fue la novela, y la estela
seguida la de contar la verdad por el método más directo. Hay que
consignar que el realismo siempre ha estado presente en la literatura
española, desde las novelas picarescas hasta hoy. También en buena parte
de la literatura hispanoamericana y en el resto de literaturas
occidentales. Las escuelas literarias realistas siguen persistiendo en la actualidad, aunque sea con variantes (realismo mágico, por ejemplo).
Autores y obras: Balzac (Eugenia Grandet), Stendhal (Rojo y negro), Flaubert (Madame Bovary), Dostoievski (Crimen y castigo), Tolstoi (Guerra y paz), Dickens (David Copperfield), Ibsen (Casa de muñecas), Clarín (La regenta), Galdós (Fortunata y Jacinta), Mark Twain (Las aventuras de Tom Sawyer), Walt Whitman (Hojas de hierba), Thomas Mann (La montaña mágica), Rómulo Gallegos (Doña Bárbara)…
8- El naturalismo
El naturalismo fue una de las escuelas literarias más breves
que ha dado la historia de la literatura. En principio, fue una
prolongación del realismo, pero con rasgos sumamente exagerados. Se
intentó un retrato social científico, como si la pluma fuera un bisturí
que analizara sin ningún género de dudas el entorno social, ya fuese
sucio, denigrante, instintivo, bajo, etc. El máximo representante fue el
francés Émile Zola (Nana). En España tuvo una firme defensora en Emilia Pardo Bazán (Los pazos de Ulloa).
9- Modernismo
Fue un movimiento literario español e hispanoamericano emparentado con el parnasianismo y el simbolismo
de origen francés (Baudelaire, Verlaine, Mallarmé). Representa una
reacción, sobre todo en el campo poético, al realismo y al naturalismo.
Se oponía a la burguesía y al materialismo reinante por entonces.
Buscaba la perfección formal, un arte refinado, la vuelta a inquietudes
espirituales, la oposición frontal a todo tipo de vulgaridad.
Autores y obras: Baudelaire (Las flores del mal), Rimbaud (Iluminaciones), Rubén Darío (Azul), Lugones (Los crepúsculos del jardín), Valle Inclán (Sonatas), Antonio Machado (Soledades), Juan Ramón Jiménez (Platero y yo)…
10- Vanguardismo
Entre las diversas escuelas literarias existentes a principios del siglo XX
(más bien a partir del fin de la Primera Guerra Mundial), hemos
agrupado bajo el epígrafe de “vanguardismo” a toda una serie de
movimientos que perseguían terminar radicalmente con el pasado,
obsesionados con la constante búsqueda de la originalidad,
fuese en las formas o en los contenidos, más bien en ambos a la vez.
Fueron tendencias muy efímeras (unas más que otras) y se caracterizaron
por la publicación de manifiestos fundacionales del movimiento artístico
considerado. Sirva como ejemplo el Manifiesto surrealista de 1924, promovido entre otros por André Breton.
11- Posvanguardismo
Hubo autores, sobre todo en el campo poético, que reaccionaron contra
el individualismo de los escritores vanguardistas y quisieron
introducir ciertos contenidos de carácter social en sus obras.
Reprocharon a las escuelas literarias asociadas a las vanguardias cierto
acomodo y despreocupación por temas candentes de la vida social.
Descuidaron un tanto las formas y se concentraron en los contenidos.
Autores y obras: Nicanor Parra (Anti poesía), Ernesto Cardenal (Epigramas)…
12- Posmodernismo
Una vez agotadas las escuelas literarias vanguardistas,
determinados autores comenzaron a experimentar con el lenguaje y con
nuevos formatos poco convencionales para renovar formas y contenidos. Un
ejemplo podría ser Julio Cortázar y su novela Rayuela, con diferentes itinerarios de lectura. Otro ejemplo podrían ser los poemas insertados en una pintura, etc.
No obstante, posmodernismo no está asociado con el Modernismo (el
movimiento poético que vimos anteriormente) —como podría parecer a
primera vista—, sino que obedece, sobre todo en los últimos años, a un
conjunto de técnicas experimentales asociadas a la filosofía
posmodernista (en oposición al “mundo moderno”, sobre
todo desde el Siglo de las Luces hacia acá), y que en el ámbito
literario prefiere lo fragmentario al discurso largo, por ejemplo a
través de microrrelatos, incluso de nanorrelatos (de un par de líneas a
lo sumo), o que prefiere los temas tangenciales, fronterizos, frente a
los grandes relatos del pasado.
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